El Regreso que lo Cambió Todo

La Semana 3 de la serie “El Niño que Regresó” nos sumerge en la historia más impactante de todos los tiempos: la resurrección de Jesús. Con el tema central “El regreso de Jesús confirma todo lo que dijo”, esta lección explora cómo el mayor “comeback” de la historia transformó el mundo y puede transformar nuestras vidas.

La narrativa comienza situándonos en el contexto histórico: Jesús había estado enseñando, sanando y desafiando las normas establecidas, lo que provocó que las autoridades lo vieran como una amenaza. Tras ser traicionado, arrestado y crucificado, sus seguidores quedaron devastados, preguntándose si realmente era quien decía ser.

Pero entonces ocurrió lo inesperado: María Magdalena descubrió la tumba vacía y posteriormente se encontró con Jesús resucitado. Este acontecimiento cambió todo. Como dice la lección: “Cuando Jesús volvió a la vida, hizo su regreso, ¡y todo cambió!”

La resurrección confirmó cada palabra que Jesús había pronunciado, demostrando que era exactamente quien decía ser: el Hijo de Dios, la resurrección y la vida. Como él mismo había afirmado: “Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá aun después de haber muerto” (Juan 11:25b).

La lección nos invita a reflexionar sobre tres formas prácticas de responder a esta verdad:

1. Confiar a Jesús nuestra vida diaria: “Si Jesús tiene poder sobre la muerte, sin duda tiene el poder de ayudarte con lo que sea que estés atravesando.”
2. Vivir con esperanza: “Incluso cuando las cosas parezcan ir mal, recuerda que Jesús volvió de entre los muertos. Eso significa que no hay ninguna situación que no tenga solución.”
3. Tratar a los demás con amor: Siguiendo el ejemplo de Jesús que “demostró un amor increíble cuando murió por nosotros y luego regresó para ofrecernos una vida plena.”

El mensaje culmina con una reflexión poderosa: “¿Y si la historia del regreso de Jesús pudiera ser también la tuya?” Esta invitación a un nuevo comienzo nos desafía a considerar qué significa personalmente la resurrección de Jesús para nuestras vidas.

Para los jóvenes, este mensaje ofrece esperanza frente a sus desafíos cotidianos y una identidad fundamentada en algo más grande que ellos mismos. Para los padres, proporciona una base sólida para conversaciones significativas sobre fe, esperanza y propósito con sus hijos adolescentes.